Romanticismo
El romanticismo es una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo, democracia, nacionalismo, etc.
Entre 1770 y 1800 "Europa se acostó
absolutista y neoclásica y se levantó demócrata y romántica". Gracias a la
revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase burguesa
y sienta las bases del liberalismo; gracias a la revolución francesa
(1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y
fraternidad; gracias igualmente a la revolución americana con su Declaración de Independencia (1776),
que hace de los derechos del hombre su
centro y establece la república como
forma de gobierno y al
pueblo como fuente exclusiva del poder; gracias a todos estos hechos la Libertad
reemplaza a la tiranía, el poder absoluto se ve limitado y la democracia se
erige en ideal de
.
Para los clasicistas la belleza depende, en forma
subjetiva, de los objetos (unidad, variedad, regularidad, orden, proporción,
etc.), más que de la sensación que producen éstos en quien los contempla. La
belleza, en consecuencia, ha de proporcionar un estado de
placer sereno, fruto del orden y la proporción, como ocurre con el arte griego.
Pero también se tuvo en cuenta en el siglo XVIII junto a lo
lo sublime, que desde la
Antigüedad tenía que ver con la emoción. Dice el griego Longinos:
"lo sublime es lo que nos emociona por su magnitud y
energía superior a las
humanas; la Naturaleza, el cosmos, la grandeza y
profundidad depensamiento..."
Junto a la belleza clásica y serena, los neoclásicos
también disfrutaron, pues, de la sublimidad, de las emociones fuertes
en el arte, de la Naturaleza majestuosa y sublime, de los motivos fúnebres,
macabros o sobrenaturales. Kant lo reflejó
muy bien:
"El aspecto de una cadena de montañas cuyos picos
nevados se pierden entre las nubes, la descripción de
una tormenta o la que hace Milton del reino infernal, nos producen un placer
mezclado con
. El espectáculo de los prados poblados de flores y los valles surcados por
arroyuelos, y donde pacen los rebaños, nos producen también un sentimiento
agradable, pero plenamente gozoso y amable... La noche es sublime, el día es
bello. Los que poseen el sentimiento de lo sublime están inclinados hacia los
sentimientos elevados de la amistad, la eternidad, el desprecio del mundo, el silencio de
las noches de verano tachonadas por la temblorosa luz de las
estrellas y la solitaria luna en el horizonte. Lo sublime emociona, lo bello
encanta. Lo sublime terrible, cuando se produce fuera de lo natural, se
convierte en fantástico."
El Romanticismo arranca de aquel sujeto que la Ilustración reivindica frente al hombre que el
cartesianismo deja en manos del
Supremo. La autonomía del sujeto
como primer logro del pensamiento ilustrado es fundamental para la
que el hombre romántico
tiene de sí mismo y en relación a la Naturaleza.
Diderot y Rousseau rehabilitan
la sensibilidad, la pasión y el amor por
la naturaleza. No obstante, mientras el pensador ilustrado puede descubrir elvalor de
la sensibilidad, no hace de ella el centro de la existencia humana, mientras el
romántico concibe para sí y en sí mismo un alma que
experimenta intensamente el amor por
la naturaleza, que se consume en sus emociones y en sus dolores, y que en el
fondo siempre se busca a sí misma en todo lo que hace.
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